FE TIPO LIGHT

Santiago 2:14

La fe sin obras es muerta

14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

El mundo está lleno de católicos que recitan mucho las palabras del Credo y rezan el Padre Nuestro y no las ponen en práctica, O de eruditos que encasillan la teología en una serie de posibilidades, sin que tal sabiduría tenga después reflejos concretos en su propia vida.

Es un riesgo que hace dos mil años Santiago ya temía. La afirmación del apóstol es clara: la fe sin el fruto en la vida, una fe que no da fruto en las obras, no es fe.

También nosotros nos equivocamos a veces sobre esto: "Pero yo tengo mucha fe", escuchamos decir. "Yo creo todo, todo..." Y quizá esta persona que dice eso tiene una vida tibia, débil. Su fe es como una teoría, pero no está viva en su vida.

El apóstol Santiago, cuando habla de fe, habla precisamente de la doctrina, de lo que es el contenido de la fe. Pero vosotros podéis conocer todos los mandamientos, todas las profecías, todas las verdades de fe, pero si esto no se pone en práctica, no va a las obras, no sirve. Podemos recitar el Credo teóricamente, también sin fe, y hay tantas personas que lo hacen así. ¡También los demonios! Los demonios conocen bien lo que se dice en el Credo y saben que es verdad.

Hago eco de la afirmación de Santiago: "¿Tú crees que hay un solo Dios?", haces bien; también los demonios lo creen y tiemblan". La diferencia es que los demonios "no tienen fe", porque "tener fe no es tener un conocimiento", sino "recibir el mensaje de Dios" traído por Cristo.

Asimismo, en el Evangelio se encuentran dos signos reveladores de quien "sabe lo que se debe creer pero no tiene fe". El primer signo, es la "casuística" representada por aquellos que preguntaban a Jesús si era lícito pagar las tasas o cuál de los siete hermanos del marido debía casarse con la mujer que había quedado viuda. El segundo signo es "la ideología".

Los cristianos que piensan que la fe como un sistema de ideas, ideológico: también en el tiempo de Jesús los había. El apóstol Juan dice de ellos que son el anticristo, los ideólogos de la fe, de cualquier signo sean. "En aquel tiempo había gnósticos, pero había muchos... Y así, estos que caen en la casuística o estos que caen en la ideología son cristianos que conocen la doctrina pero sin fe, como los demonios. Con la diferencia que ellos tiemblan, estos no: viven tranquilos.

Por otro lado, en el Evangelio hay también ejemplos de personas que no conocen la doctrina pero tienen mucha fe. Como la mujer cananea, que con su fe llora la sanación de la hija víctima de una posesión, y la samaritana que abre su corazón porque "ha encontrado no verdades abstractas" sino a "Jesucristo". Como también el ciego curado por Jesús y que por esto es interrogado por fariseos y doctores de la ley hasta que se arrodilla con sencillez y adora a quien lo ha sanado. Tres personas que demuestran como fe y testimonio son indisolubles.

La fe lleva siempre al testimonio. La fe es un encuentro con Jesucristo, con Dios, y de allí nace y te lleva al testimonio. Y esto que el apóstol quiere decir: una fe sin obras, una fe que no te implique, que no te lleve al testimonio, no es fe. Son palabras y nada más que palabras".

REFLEXIÓN.-

Hay vamos otra vez con gran cantidad de hermanitas y hermanitos, que pasan la vida entera, rezando comprando libros de oraciones, compartiendo vídeos, pensamientos muy bellos y hermosas reflexiones, que saben como arrodillarse, que saben como poner las manos en oración durante la Santa Misa, saben la letra de las canciones, viven en la iglesia, forman parte del circulo cercano de los sacerdotes, están presentes en los primeros asientos de la iglesia, son integrantes de grupos y algunas ocasiones hasta son coordinadores o forman parte de los consejos pastorales, son personas que conocen toda la doctrina y el misal.. pero....

Que pasa cuando necesitan sacrificar su tiempo.

Resulta penoso ver que tenemos tiempo para asistir a fiestas personales, pero no al arreglo de la iglesia o a la limpieza de la misma, será por que no hay audiencia que nos vea trabajando, nos consagramos por pasión y no por decisión, actuamos de una forma al vestir nuestro uniforme y de otra forma al quitarnoslo.

Cuantas veces he escuchado de las necesidades que tiene la iglesia y todos decimos, SI HAY QUE AYUDAR ECONÓMICAMENTE, pero resulta que alguien propone aportar dinero, e indica un monto. Y que pasa entonces.... Decimos $5,00 mensuales por persona... es mucho, no tenemos, no me alcanza, que pena y decidimos aportar 1 dolar por la bendición y el trabajo de un sacerdote, y mas triste aún, pues pasan meses y no lo pagamos. 

Realmente ni siquiera importa el monto propuesto, para estas personas siempre es mucho el esfuerzo..desprenderse de si mismo es lo mas difícil para ellos, pues las escrituras le sirven para utilizarla en su beneficio propio, poner cargas pesadas en los hombros de los demás siempre para ellos sera lo mejor.

Hermanos vivamos una fe con obras, trabajemos verdaderamente para dar honra a Dios, recuerden que Dios vio con agrado el sacrificio de Abel y con desagrado el de Caín, recuerden también la reacción de Caín hacia Abel. 

Sin lugar a duda hoy en día Caín sigue matando a su hermano, pues encontraremos la envidia y egoísmo de aquel que no se esfuerza por dar lo mejor a Dios y se ofende por él que entrega todo, así que prefieren señalarlos como figure-ti, eso sencillamente por complejo propio de no sentirse capaz de hacer algo mejor para Dios, pues se limitan por su vanidad, o su comodidad y pereza, que es mejor destruir al que sobresale que dejar en evidencia su propia mediocridad.

Hermanos consagrados de corazón..

Den todo y un poco mas

Sagrado Corazón de Jesús... 

En vos y solo en vos Confío.