Chocolate para el Alma

lunes, febrero 09, 2015

No des sobras de tu tiempo

UN PACTO 

La Consagración puede reducirse a un pacto:
a aquel que Yo pedí a mi primer apóstol de España, Bernardo de Hoyos, y antes, en términos equivalentes, a mi sierva Santa Margarita: 
Cuida tú de mi honra y de mis cosas; que mi Corazón cuidará de ti y de las tuyas. 

También contigo desearía hacer este pacto. 
Yo, que como señor absoluto podría acercarme exigiendo sin ningunas condiciones, 
quiero pactar con mis criaturas. Y tú ¿no quieres pactar conmigo? No tengas miedo que hayas de salir perdiendo. 

Yo en los tratos con mis criaturas, soy tan condescendiente y benigno, que cualquiera pensaría que me engañan. Además, es un convenio que no te obligará de suyo ni bajo pecado mortal, ni bajo pecado venial; 

Yo no quiero compromisos que te ahoguen; quiero amor, generosidad, paz: no zozobras ni apreturas de conciencia.

PARA REFLEXIÓN
DE TODOS LOS CONSAGRADOS.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Use su derecho, Haga su comentario
Advertencia:
No use lenguaje obsceno, insultante, etc...